Por estos días en el PLANETARIO DE BUENOS AIRES, se puede disfrutar de un espectáculo denominado Nayic Moqoit, que conjuga la astronomía y la cultura mocoví.
La comunidad mocoví originariamente, habitó en el sur del Chaco argentino y su actividad principal era la caza.
Para la realización del espectáculo, se contó con la colaboración de las comunidades de Colonia Cacique Catán, Colonia Juan Larrea y Santa Rosa de la Provincia de Chaco.
El espectáculo cuenta la historia de María, una joven de la ciudad que viaja al Chaco y se encuentra con otra forma de vivir, otra forma de mirar las cosas, otros problemas, otra forma de mirar el mundo y otra forma de mirar el cielo.
La enorme franja luminosa de los cielos, que los griegos denominaron Vía Láctea, los mocovíes, en su lengua lo llamaron: EL NAYIC, que significa: EL GRAN CAMINO DEL CIELO
También es el camino del pueblo mocoví, de sus luchas y alegrías. Es el camino por el cuál se interna en el monte chaqueño, para encontrarse con los seres poderosos que lo habitan.
Mapiqo'xoic (El algarrobo viejo)
Es interesante como se forma la imagen: la copa, con estrellas de la constelación de Sagitario, el tronco con estrellas débiles que se internan en la Vía láctea y las raíces con las manchas oscuras.
La constelación representa al algarrobo añoso, cuyas chauchas constituían un elemento importante en la dieta de los mocovíes.
Según los entendidos, se lo puede observar en una noche oscura y es facilmente identificable y evidente. Está formado por estrellas y puntos oscuros de la Vía Láctea, como así también por estrellas de la constelación de Escorpio (pecho y patas)
Para los mocovíes, es el padre de los ñandues, que mataba a los miembros de la comunidad, hasta que lo hicieron acosar con los perros y huyó a los cielos

NAYIC (EL CAMINO)
Como se dijo, es la Vía Lactea de los griegos, pero para los mocovíes es un camino, que les permite atravezar el monte, pero también interpretan que es un gran árbol (Nalliagdigua) que conecta los planos del mundo
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