Me siguen!!!!!! GRACIAS!!!

NO !!! A LAS MINAS A CIELO ABIERTO

NO !!! A LAS MINAS A CIELO ABIERTO
NO A LA CONTAMINACION DE LA CORDILLERA DE LOS ANDES

martes, 31 de mayo de 2016

LOCURAS


LOCURAS 
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Cada vez que ella pasaba por los ventanales que daban a su oficina, él levantaba los ojos del trabajo que tenía entre manos y la miraba.

La miraba y admiraba de lejos, desconocía su nombre, desconocía en que piso y en que sección trabajaba. Imaginaba que tendría un buen perfume, que tendría las manos arregladas, que sería casada, o divorciada, tal vez solterona.... Eso - pensó - debe ser solterona! porque? siempre camina muy derecha, con pasos vivos, nunca se la ve ni despeinada ni de mal humor, siempre impecable, maquillada, con los labios pintados sin exagerar, no debe tener otra cosa que hacer y por eso se dedica tanto a su aspecto personal.

Luego de estas cavilaciones volvía a sus cálculos financieros y así por varios días que formaron años de ilusionarse solo al verla.

Con el tiempo ambos fueron haciéndose mayores, ella ya era cuarentona y él un poco menos. El azar hizo que cruzaran algunas frases, protocolares y sin mayor importancia. El no se la pudo sacar de la cabeza y se dijo a si mismo que tendría que buscar la forma de acercarse a ella.

Comenzó a buscar cosas de trabajo o consultas o hacerse amigo de los muchachos que compartían el trabajo con ella. El futbol le dió una mano y así poco a poco se acercó a ella, agazapado como un gato, con sus garras afiladas.

Ella? ni enterada, solo lo saludaba con cortesía y mas de una vez él se descubrió dando vueltas sobre sí mismo, como un trompo, tratando de hilvanar alguna frase del momento, mientras ella hacía caso omiso a su charla.

Estos desplantes involuntarios por parte de ella, no hicieron mella en él, siguió mirándola y tratando de descubrir sus curvas que se ocultaban debajo del traje sastre obligatorio que proveía la empresa en la cual laboraban .

De a poco siguió su camino hacia ella y al cabo de un largo tiempo ya intercambiaban algún diálogo de comoestá? hacefrioyllueve,cuidese! graciashastamañana.

Así eran los díalogos, casí monosilábicos en ambos, sin dar lugar a una pausa para poder meter un bocadillo.

Un día, no recuerda a raíz de que hecho sucedido en la empresa, se le permitió a los empleados concurrir a trabajar, sin la rigidez del uniforme sastre y cada uno podía elegir entre su vestuario algo cómodo, manteniendo el recato.

Fue ese día que ella apareció en pantalones y con una camisa con flecos, estilo country, con su pelo suelto y una actitud que la hacía mas joven de lo que en realidad era, dejándolo a él sin aliento. Ese día ella advirtió que él la miraba con cara de lobo hambriento y le pregunto a boca de jarro: ud que mira?

De ahí en mas comenzaron a hablar, manteniendo las distancias. El pudo saber que ella era felizmente casada - para su asombro - y que tenía una gran familia de la que estaba orgullosa. No se la imaginaba limpiando narices ni fregando el baño, en fin....

Por su parte él andaba picoteando por lugares varios sin tener un nido fijo por mucho tiempo. Ella lo supo y tal vez se lo habrá contado a sus amigas?
 
El tiempo pasó, él dejó la empresa que compartían sin antes asegurarse de tener muy bien agendado el teléfono de la chica en cuestión, así los mensajes de texto iban y venían de un teléfono a otro.
 
En un encuentro casual en la calle, él le presentó a su novia, con la cual convivía. Ella se mostró muy cariñosa y amable hacia la chica que ocupaba su corazón. En cuanto se alejó, su novia le enrostro: "a vos esa señora te gusta, verdad?"

No pudo negarlo, ni lo niega hoy en día, donde él ya va camino a ser abuelo y ella disfruta su jubilación haciendo delicias para la familia.

Ella disfruta su tiempo libre caminando al sol, cuchicheando con sus amigas y amigos, disfrutando los besos llenos de caramelo y mocos que le dan sus nietos y teniendo tiempo para todos

Su casa es un lugar de encuentro, su cocina huele a sopa de verduras y budín de naranjas. Ella siempre quiso esos perfumes para su vejez, desde que leyó en alguna historia que a una ex primera dama americana, la recuerdan por los aromas de sus pasteles que inundaban la casa blanca  y suspira mientras sabe secretamente que en ese punto se une a aquella anciana dama.

Por las noches, desde hace años recibe en su moderno teléfono móvil mensajes de un caballero que le asegura que desde que la conoció la admira y no desearía otra cosa que estar a su lado.

Ella lee los mensajes, sonríe y responde con evasivas . Así casi siempre, aunque a veces dan riendas sueltas a sus locuras y sus pasiones.

Ella reconoce que ya es casi una anciana, aunque su piel y su aspecto no lo demuestren, y no se siente culpable cuando alguna vez se levanta la parte de arriba de su pijama de colores y fotografía su torso desnudo, iluminado por el velador de su dormitorio y envía la imagen al caballero que esta del otro lado.

La primera véz, él respondió con una imagen de alto voltaje erótico. Ella sonrió y borró inmediatamente la foto, apagó el teléfono y lo guardó en un cajón, lejos de todo y de todos,  por la dudas mientras pensaba en sus nietos.

No pudo conciliar el sueño porque vinieron a visitarlas las culpas y el temor que pacientemente le supieron inculcar las mujeres mayores, las monjas y maestras que siempre le recordaban que si tenía pensamientos o actitudes pecaminosas, las siete plagas arreciarían contra ella.

Luego, con calma disfruta que le pase esto a ella...... si no es ahora cuando? En secreto, con la mano que les da la tecnología se unen apasionadamente, locamente, furiosamente por las noches...... hasta cuando? quien sabe hasta cuando.
 

domingo, 1 de mayo de 2016

CAMINOS A LA LIBERTAD

CAMINOS A LA LIBERTAD
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Un puñado de semillas sagradas que atesoré
 y sembré años después
 
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"Desde niños mis sueños eran tan grandes como grandes podían ser. Intentaron apocarlos con cada técnica habida: colegios, reprimendas, psicólogos, sacerdotes, ejemplos y hasta algunos golpes. Los años y los grandes tropezones fueron llenando mi alma de cicatrices cosidas con agujas de colchón. Así cada puntada de hilo grueso marcó un nuevo paso, un sembradío hacia una libertad pagada a peso oro.
 
Creo que a los 18 ya era un hombre mayor. Algo humano iluminó mi andar, la música de Dylan, los acordes de Luis Alberto, la libertad de una adolescencia que parecía gastada, ultrajada por la extrema libertad. Pero había una luz dentro de mí que era clara; había algo incontaminable, algo que cuidé como un tesoro. No sé si fui yo quien lo ordenó.
 
Siento que fueron mis padres los que me otorgaron a sabiendas un puñado de semillas sagradas. Eran las raíces de las flores de mi madre y las fórmulas impertérritas de la física, química y matemática de mi padre expresadas en sus fórmulas algebraicas de papel cuadriculado y lápiz, lo recuerdo en su mesa de trabajo sobre el lago Moreno, mirando las cumbres de los cerros López, Ventana, Goye, Capilla, Millaqueo, que son algunos de los sombreros que circundan el Llao Llao. Allí, llenaba resmas enteras de papeles haciendo fórmulas.
 
Estas semillas las atesoré y sembré muchos años después. El había decidido a los trece años estudiar física, a la misma edad que yo decidí inclinarme por una inmensa libertad. Somos germanos, metódicos y obsecados.
 
Así crecí. No sé si fue la mujer que se sacó el bustier - su torso esculpido y desnudo, sus senos blanquecinos que acariciaban la luna -, sentada con su amante en la elegante noche de candelabros y susurros del restaurante de París, donde yo, aprendiz, en la sala de gueridón, terminaba de agregarle salsa a una hermosa rodaja de coulibiac, con mi sombrero de media altura y mis escasos años, mis ojos abiertos con admiración mientras el maitre la cubría con un mantel de presagioso damasco blanco. Aquella nota de irreverencia, ese acto de libertinaje, me hizo caminar solo por las calles hasta el amanecer, cuando toqué el timbre de Anioushka, mi amante esporádica, que me recibía en su buhardilla, donde camisones, estantes, cama, tina y sillones me hablaban desde el decoro amarillento de antiguos encajes de Flandes. La besaba hasta el mediodía, sus enormes labios rojos carmín, luego tomando café con anteojos negros en el café de Flore.
 
O si fue unos días después, cuando entré por primera vez en el Museo Delacroix, en la pequeña plaza Fürstenberg, y ví sus cuadros,, tigres y medusas en la pequeña sala de su atelier enfrentado al jardín adusto y sombreado, atizados mis ojos por los rasgos del pincel, sus caballos, con cada músculo erguido en las batallas del andar. Creía entonces poder poder entrar en los sueños del pintor. Aquella casa - museo ha sido un lugar recurrente en mi vida, sus escaleras y el puente que llega a su estudio.
 
O fue aquella noche reciente, cuando humildemente me arrodillé en la arena de la playa de José Ignacio, los ojos en lágrimas para cocinarle un pescado a la plancha a Ronnie Wood, sentado a mi lado con su guitarra, hastío, simpatía y aguda ironía. Los Stones fueron pilares de mi moral adolescente.
 
O fueron las saetas de Semana Santa en Sevilla, que hacen parar a los costaleros que llevan las imágenes en la procesión con sus cantos mientras el silencio toma en respetos las calles de la Giralda, entre azahares y cañas de bares. Las doñas espontáneas y arrojadas de voz y sentir se hacen escuchar a capella.
 
Recuerdos de una vida plena."
 
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Tierra de Fuegos
 
Publicado en la Revista del Diario La Nación, En el Mercado, Corresponsal del buen vivir.