EL AMOR ESTA EN EL AIRE.
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A través de esta modernidad que es la red, cuantos de nosotros a menudo a través del chat, o de relaciones entabladas, no sabemos como, hacemos lazos de amistad, que incluso pueden ir mas allá.
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No es extraño en esta época donde la red domina el mundo de las relaciones, conocer a alguien que ha formado pareja con otra persona del otro lado del mundo, que se conocieron a través de la cámara web, de otro modo nunca sus vidas se hubiesen cruzado.
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Muchos de nosotros hemos conocido personas interesantes para desarrollar amistad, compartir conocimientos, experiencias y en algunos casos se desató una pasión que los consumió, todo a través del e mail, o del chat.
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Todo esto era hasta hace unos años impensable. El mundo para conocer personas afines se reducía al entorno laboral, de las amistades, de los boliches bailabes, de los encuentros barriales o a veces el azar metía su dosis de ingredientes al chocar por ejemplo a la salida de un comercio o compartir un asiento en el tren y no mucho mas. Cuando había distancia entre dos enamorados, debíamos estar pendientes de los buenos oficios del cartero, que llevaba nuestra perfumada misiva al ser amado.
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Hoy día estamos a un click de distancia. Esto acerca las cosas, pero también, al igual que antes, y como lo fué siempre, el desengaño, el desamor, está a un click de distancia.
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En este orden de ideas, a veces nos ocurre que lloramos frente a la pantalla, cuando la persona que pensábamos era correspondida de nuestro amor, nos bloquea el acceso a su casilla de mensaje y ese amor por el que apostamos, se disuelve en el aire, como tantas historias de amor, desde que el mundo es mundo.
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Y en estas historias de amor y desamor, la escritora española (gallega para mas datos) Lola Beccaria: ".. sangra aún por la herida de un reciente desamor, de un desengaño que trata de curar con la locura maravillosa de ir de aquí para allá con su tratado sobre el juego de seducción exitante que alimenta su libro El arte de perder, ganador del Premio Azorín de novela." me informa el diario El País.
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Lola admite que " el libro es un homenaje a Enzo, el gastrónomo del que se enamoró rendidamente, según reflejan los mensajes electrónicos que se cruzaron, especialmente los de ella y obsequian al lector una lección de amor virtual".
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La escritora hace apenas tres años, trataba de sacarse la melancolía ocasionada por la muerte de su madre y en un restaurant de Madrid donde había compartido cenas ilusionantes, sintió enganchado su corazón al de un empresario gastronómico, y ese fue el principio de su desazón vital, pero también el comienzo de un tratado sobre como llegar a emocionar a los hombres" a quien la autora sin duda considera "pudorosos, vulnerables y delicados".
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Sin despegarse del correo electrónico y entregada a Enzo sin ser correspondida, fue enhebrando sus emociones y desdichas y Lola asume que la red le ha permitido mantener " una aventura amorosa" aunque personalmente lamenta "que al final no ha habido banquete, que es lo bueno". Desde entonces no deja de navegar y agrega " Necesitamos de las aventuras, también de las amorosas, y en internet hay un riesgo claro de adulterio, donde no das la cara, pero no pasa nada porque en esta vida hay muchas otras traiciones."
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Con el paso del tiempo, seguramente las heridas del corazón de Lola se cierren, pero ahora, en el mientras tanto admite que Enzo sigue apareciendo en cada momento de su vida y que a pesar del premio recibido, se siente "ganadora hasta un punto vengativa con Enzo, a cuyos mensajes ya no responde, harta de un juego amoroso delirante que no entiende. A él le dedica su libro y se propone luchar para encontrar nuevos padres para sus futuros hijos de papel".
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Pero los amoríos encontrado a través de la red, no solo atraparon a Lola o a nuestros amigos, también un político estadounidense cruzó ardientes correos electrónicos con una mujer argentina, de quien admitió públicamente se enamoró hasta el tuétano y no dudó en usar fondos públicos para visitar a su amada, y decirle a su mujer (la legítima, la de la libreta) que se iba por unos días a esquiar.
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La mentira tiene patas cortas y al llegar en un vuelo internacional proveniente de Argentina, se supo la verdad y se vió en dificultades de todo tipo al admitir su mentira.
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Este político en épocas de la relación impropia entre Bill Clinton y la becaria, fué el que enarboló la bandera, pidiendo la renuncia del entonces primer mandatario americano ..... el que esté libre de culpas, que arroje la primera piedra!.
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