Me siguen!!!!!! GRACIAS!!!

NO !!! A LAS MINAS A CIELO ABIERTO

NO !!! A LAS MINAS A CIELO ABIERTO
NO A LA CONTAMINACION DE LA CORDILLERA DE LOS ANDES

domingo, 2 de marzo de 2008

CESTERAS HUARPES PREMIADAS

CESTERAS HUARPES PREMIADAS
Entre los pueblos nativos, de Argentina, se encuentran los huarpes, que habitaron la zona de cuyo, mas precisamente la provincia de Mendoza.
Entre las habilidades de este pueblo se encontraba la de trabajar el junco, que es una planta que crece en la zona, con hojas largas y duras que terminan en una punta filosa.
Las hábiles manos de los huarpes sabían que si se entrecruzaban una y otra vez estas hojas, formando una suerte de tejido, se podían obtener objetos de forma redondeada que denominamos cestos, o canastos.
Para ello humedecían el junco y al hincharse el entramado se aprieta y se vuelve impenetrable. Eso permitía a los huarpes cargar agua en los cestos y hasta construir balsas.
Por estos días, el Fondo Nacional de las Artes ha premiado a tres artesanas de origen huarpe: ellas son Andrea Jofré y las hermanas María Amelia y Laura Romero, por mantener viva la técnica de sus ancestros y su historia.
En la foto vemos a María Amelia Romero con algunos de sus trabajos.

María Amelia y su hermana Laura, cuentan que "Retomar el trenzado del junquillo fue una salida económica"

En cambio Andrea Jofré, lleva cincuenta años manteniendo esta tradición: su casa es la que está más rodeada de junquillo.

Estas mujeres, junto con sus hijos se encargan del acopio de junquillo, que crece en las tierras más arenosas, han montado un puesto de venta y han creado la agrupación Tejedores de la Laguna del Rosario.

"Un recipiente del tamaño de un plato de postre les lleva dos tardes de trenzado ", señalan y los artículos se venden en la villa cabecera de Lavalle, en Costa de Araujo y San Miguel. Y también en el Mercado Artesanal de la Capital mendocina, que está en el subsuelo de la Secretaría de Turismo.

En diciembre recibieron el premio otorgado por el Fondo Nacional de las Artes que consistió en cinco mil pesos y la promesa del Gobierno de contribuir con la apertura de talleres en las escuelas de la zona.

Desde entonces son invitadas a participar en ferias, donde muestran sus artesanías y llevan la técnica por el país. Sólo les queda cumplir el deseo de conseguir apoyo estatal para comenzar a dictar talleres que permitan multiplicar este oficio entre los pobladores del desierto

Desde este Almacen le hago llegar mis felicitaciones a María Amelia, Laura y Andrea y mi gratitud por mantener viva la enseñanza de sus mayores.

Y para finalizar un poema de uno de los grandes poetas de la Argentina, a quien tuve el honor de conocer y haber disfrutado largas charlas. El se definía como un huarpe... y que mejor, "El vino triste" de Armando Tejada Gómez

Ese hombre que entra al bar

sin sombra que le ladre,

ese que pisa y pasa

sin rostros ni señales;

pide una copa solo

de espaldas a la calle,

bebe su copa solo,inmóvil,

demorándose,paga,

piensa otro trago

sin gastar ni una frase

y luego, se va solo

hacia la noche y nadie.

Ese tipo va herido.

Y la muerte lo sabe

3 comentarios:

Ivana Carina dijo...

Hola Alma!
Que buen post!!!
¿sabías que segun me contaron, en mis ancestros hay unos huarpes dando vueltas??
Pero no se hacer cestas! ajajajjaa
Me encantó!!!
Besotes, amiga mía!♥♥♥

Abuela Ciber dijo...

Que interersanto lo expuesto, a mi que me encantan las artesanias lo he disfrutado.
Cariños

ALMA dijo...

Ivana, que bueno que entre tus ancestros haya huarpes, un orgullo mas allá de que sepas o no hacer cestas.


Abu, gracias por la visita


Besos para las dos