NUESTRO HAMLET

NUESTRO HAMLET

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Nuestro Hamlet, había nacido en Morón, en la Provincia de Buenos Aires, un día del mes de setiembre de 1932 y fue uno de nuestros grandes poetas .

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. Le gustaba decir que era del campo, de Saladillo, porque en esa localidad, en un rancho con piso de tierra y rodeado de tías, solía pasar varios meses en su edad escolar.

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. Yo conocí a HAMLET LIMA QUINTANA siendo aún pequeña, en oportunidad en que se acercó a la casa de mi padre - un hombre memorioso - para fotografiar antiguas herramientas tiradas a caballo que se mantenían de recuerdo de épocas pasadas en el galpón de la casa, y a hablar de historia, recabando datos que luego volcaría en el diario en que por ese entonces escribía sus crónicas.

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. Recuerdo que estaba acompañado por su compañera y uno de sus hijos: Felipe, quien apenas caminaba e intentaba correr a las gallinas y los patos que pululaban por el patio enorme, de la casa del campo.

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. Años, muchos años mas tarde lo volví a encontrar, esta vez con otro enorme poeta: Armando Tejada Gómez, y en ese entonces pude hablar un largo rato con ellos.

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. Tiempo después me enteré que le gustaba mucho caminar y pararse en cualquier calle a charlar con la gente. Sobre todo con los jóvenes. Sus amigos recuerdan que siempre repetía a manera de consejo: “No hay que juntarse con viejos porque contagian". También mostraba su lado coqueto cuando le preguntaban su edad, entre risas, susurraba: "Tengo ...14!!!”.

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Hablar de su obra como poeta, periodista y músico entre otras cosas me llevaría largo rato, pero bien vale rescatar que uno de sus poemas “Gente”, mereció que el plástico Carlos Terribili lo transformara en poema – mural que hoy día adorna una pared de la estación de trenes de Haedo.

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. El Sr. Terribili dijo en oportunidad de transformar las palabras en colores que “el poema es una suma de tremendas imágenes significativas. No hay que imaginar casi nada, simplemente concentrarse y recordar escenas similares y las imágenes vienen solas: el que pone la mesa, el que da la mano. El poema de Hamlet es una maravilla y es muy fácil ilustrarlo porque te da un montón de imágenes ya. No hay que esforzarse mucho. Si lo hice bien o mal, es otra cosa”.

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Hamlet nos dejó un caluroso febrero de 2002, pero nos dejó su obra, poemas bellísimos como:

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La breve palabra.

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A veces el silencio es la palabra justa,

la que enciende las luces, la que mejor se escucha,

la que place o se sufre cargada de milenios,

la que otorga hermosura,

la flor del pensamiento.

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En ese momento de la clara armonía,

de la mejor tristeza, de la entera alegría.

Es el gran fundamento que ronda a la grandeza:

tu palabra y la mía

habitan el silencio.

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Por eso la palabra

debe ser pronunciada

como una ceremonia

con aire de campanas,

una fiesta del alma,

farol del pensamiento,

porque fue generada

por el mejor silencio .

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En estos días en que se recuerda su natalicio, me pareció oportuno compartirlo.

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