Nos comemos los loros, el delfín, el tortugo y el chino de mi barrio!!!!

Nos comemos los loros, el delfín, el tortugo y el chino de mi barrio!!!!.

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A este Almacén llegan parroquianos de distintas partes y no todos conocen a que me refiero si digo Chino.

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Seguramente piensan en una persona nacida en China.

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Y no están equivocados, pero sucede que aquí en Argentina tenemos por costumbre apodar a las personas por su origen.

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Parafraseando a un grande de nuestra letras, puedo decir que a todo español, ya sea andaluz, de Barcelona, de Cataluña, o de Galicia para nosotros es : "el gallego", "el yoyega" o "el gaita"

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Si la persona es oriunda de Italia, será "el tano"

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Si se tiene los ojos claros y el cabello rubio, no importa el orígen, en el campo argentino será "el gringo".

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De otras regiones como Siria, Libia, será "el turco"

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En estos tiempos todos, todos tenemos en el barrio un "Chino" y me refiero a personas llegadas desde Japón, China, Taiwan o Corea y que en su mayoría han instalado supermercados.

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En especial a los coreanos, que son físicamente pequeños y de estatura chica, cariñosamente le decimos "el chinito".

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Dicho esto, el sábado durante el tiempo en que se jugó el partido entre Argentina y Alemania, fui al mercado del Chinito a hacer mis compras.

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No había casi clientes en el lugar, en silencio, solo la voz del chinito que gritaba GOOOOOOLLLL!!!!

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Por curiosidad, busqué al Chinito y lo encontré instalado en la fiambrería, frente a un televisor viejo, donde se veían mucho mas las rayas y la lluvia que los jugadores.

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El Chinito estaba acompañado por el carnicero y el repositor, sentado en un taburete, junto a la heladera-mostrador y a su lado colgaban las mortadelas, los salames y se apilaban los quesos.

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El Chinito miraba el partido y gritaba: GOOOOLLLLLL!!!!!!!

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Veía la repetición de la imagen del gol y el Chinito festejaba nuevamente: GOOOOLLLLLLL!!!, incorporándose de su asiento y revoleaba tal como si fuera una bandera un salame.

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Al segundo gol de Alemania, el Chinito vuelve a gritar: GOOOOLLLL!!!!!!!!!! y agrega muy distendido: ALEMANIA CAMPION!!!! ALEMANIA CAMPION!!!!!!!, DOS A CELO, TLES A CELO, CUATLO A CELO, CINCO A CELO, ALEMANIA CAMPION!!!!!!!!!! ALEMANIA CAMPION!!!! .... DALE GOLDITO COLE, COLE.... GOOLLLLLLL!!!!!!! batiendo palmas y golpeando un queso gruyere con el salame.

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Me alejé porque no podía contener la risa, ya que el Chinito veía un partido totalmente distinto al resto de los argentinos.

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Cuando voy a pagar, veo a la cajera muerta de risa como yo y nos ponemos a comentar, que el Chinito veía un partido de fútbol, y dentro del partido tiene que haber goles, no importa de quien, entonces el Chinito festejaba los goles.

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No me quede con eso, a la tarde vuelvo y le pregunto al Chinito: TAN, VISTE EL PARTIDO?? y me responde: CHIIIII, LINDO PALTIDO!!!! PELDIO ALGENTINA, MUCHOS GOLES!!! LINDO PALTIDO!!!! PELDIO ALGENTINA, LASTIMA!!!

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Me alejé pensando que tal vez algún cliente mal llevado quizás le diga una guarangada y se lo quiera comer crudo al Chinito de mi barrio.

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Y hablando de comer, en el post anterior, Fernando me dice que debemos comernos el delfín, -- no, Fer, el delfín no!!! - el tortugo y el loro.

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Hace unos años traje de un viaje un libro de recetas del que se desprende que todo bicho que camina va al asador, y mirándolo me encontré con una receta para desgustar unos sabrosos loritos, ahí va:

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Se necesitan varios loritos barranqueros (aclaro que en la patagonia, en las zonas de los Golfos abundan y son plaga), zanahorias, cebollas, aceite, sal y pimienta.

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A los loritos pelados y eviscerados se los coloca durante 2 días en vinagre. Al tercer día se los saca del vinagre, se los coloca en una cacerola, se los cubre con el aceite, se le agrega la cebolla picada, las zanahorias en rodajas, la pimienta en grano y la sal. Se los cocina a fuego moderado durante 2 horas...y con un vinito, paladearemos un riquísimo plato.

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A los futboleros de este lado del mundo, les queda comer unos ricos loritos, alentar como Clemente, con la misma energía que el Chinito de mi barrio.

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