ADOLFO ABALOS

ADOLFO ABALOS

Borges dijo: “morir es una costumbre que suele tener la gente”. ...

Y este martes 13, se nos fue ADOLFO ABALOS…. un músico extraordinario, un pianista exquisito, que se dedicó al folklore, integrando junto a sus hermanos el mítico conjunto “LOS HERMANOS ABALOS”

A Los Hermanos Abalos les gustaba presentarse “por orden de cigüeña” , a saber: Machingo que actuaba como presentador y bailarín; Adolfo, como pianista, compositor y el verdadero “cerebro” del grupo; Roberto que se encargaba de recopilar letras y leyendas; Vitillo, bombisto y es el único que sigue con la actividad musical y el mas chico Machaco.

Adolfo, había nacido un 14 de agosto de 1914 en Buenos Aires, y se recibió de farmacéutico en Tucumán. En el año 1938, junto a sus hermanos, se dieron a conocer como conjunto tradicional argentino y se mantuvieron activos hasta el año 1997, donde se despidieron del público en el festival de Cosquín. A lo largo de su trayectoria el grupo es considerado como los maestros de la chacarera, que interpretaban junto con zambas, cuecas, gatos, escondidos y ponían su cuota de color y humor con los “aro aro”, mezclados con mudanzas de malambo.

En el caso de Adolfo, se definía como “un músico” y se sentía con autoridad para componer y tocar tango, jazz, clásica y bossa. En el año 2000, a los 85 años editó su primer disco como solista “El piano de Adolfo Abalos” donde reúne zambas, chacareras, chamamés, gatos, carnavalitos, dos tangos y un vals de Andrés Chazarreta.

Al terminar el trabajo de grabación, Adolfo manifestó: “Si a este disco le va bien, voy a hacer otro”… y lo hizo, según su hijo Amilcar, el segundo volumen de “El piano….” está grabado desde hace tres años y también dejó un legado de unos 50 temas que aún no fueron editados, entre ellos varios tangos.

Compositor inspirado de melodías de riqueza universal, entre las cuales se puede mencionar: Zamba de los yuyos; Nostalgias santiagueñas; Zamba de mis pagos; Chacarera del rancho; Casas más, casas menos; El gatito de Tchaicovsky; Agitando pañuelos; Pebeta linda, yo te quiero, alguna vez manifestó que “mis composiciones me van a sobrevivir”.

Falleció a los 93 años, en Mar del Plata, donde residía desde el año 1969. Con fino humor solía decir, cuando le preguntaban donde vivía: “a cinco horas y media del obelisco”.

Fue sepultado en el cementerio de la Chacarita, en Buenos Aires, donde lo esperaban para darle el último adiós otros músicos, amigos y público en general y al ritmo de los bombos legueros se entonó a manera de despedida: Nostalgias Santiagueñas y Agitando Pañuelos…. tal vez, como a Adolfo le hubiese gustado.