PEZ DIABLO?... AL DIABLO CON EL PEZ

PEZ DIABLO?... AL DIABLO CON EL PEZ

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La Sra. Palmira Pajón atiende su negocio llamado "Casa Graciela", en la ciudad de Pergamino, en la Provincia de Buenos Aires, y por estos días su imagen junto a un extraño pez que prolijamente exhibe en su negocio, han recorrido los medios.

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Así relata, la Sra. Palmira como llegó el extraño pez a su casa:“ Lo pesqué yo en Monte Hermoso. Fuimos con mi marido a la playa a pescar corvinas cuando en mi caña se prendió algo pesado. Después de mucho trabajo pude traerlo hasta la costa”.

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“Cuando logré sacarlo, empezó a caminar hacia mí, se apoyó en sus manitas y nos miró a los dos. Yo me asuste y me fui, pero mi esposo se hizo cargo de la situación. Giraba la cabeza porque tenía el cuello como nosotros.“

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“Cuando lo sacamos del agua -dijo Palmira- quedó sentadito en la arena como los humanos, puso sus dos bracitos para el equilibrio y empezó a mirar a mi marido, luego se dio vuelta y me miró a mi. Después empezó a mirar a todos lados, seguramente era la primera vez que observaba humanos”.

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“Al comienzo, creíamos que se trataba de un pez extraño, por eso en un primer momento le pusimos pez demonio, pero con los años nos dimos cuenta y comprobamos que se trataba de un bebé extraterrestre”, dijo la mujer.

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En ese sentido, se sabe que Palmira recibió a investigadores de lo paranormal y hasta periodistas extranjeros en varias ocasiones, quienes se interesaron en su hallazgo.

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“Tiene más o menos veinticinco años, y estuvo guardado en una caja. Pero mi yerno encontró esa caja, la abrió y vio lo que contenía. No sabía lo que era eso. Me vino a preguntar, y entonces le conté que hacía años estaba guardado”, explicó la mujer en una entrevista.

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Para completar la intriga, la Sra. Palmira asegura haber recibido extrañas visitas: “un hombre negro, grandote, gordo y con sombrero negro. Se le volaban las solapas del sobretodo, bailaba, pero cuando bailaba me amenazaba. Vivió amenazándome todo el rato”.

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“Yo le preguntaba: ¿quién es usted? Se me ocurrió decirle eso, no sabía qué hacer. No me contestó. Le volví a preguntar: “¿quién es usted?”, y tampoco. Entonces pensé: la próxima vez se lo voy a decir fuerte por si está mi yerno, para que entre y vea. Me adivinó el pensamiento y desapareció”, contó la mujer.

Hasta aquí la crónica de los medios.

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Intrigada por develar la incógnita, consulté a un pescador deportivo y me aclaró el panorama diciéndome que se trataría de un ejemplar de pez ángel - Squatina argentina - también llamado pez guitarra.

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Esta especie es poco frecuente ya que raramente aparece en la costa, se lo suele pescar embarcado o con importante crecida.

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Es un pez cartilaginoso, de piel dura, de color marrón y se lo relaciona con la raya y el tiburón. Por esta condición vive unos minutos fuera del agua y parece que "camina" porque se apoya en sus aletas, que al poseer cartílago, le permiten soportar su peso.

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La pesca de estos ejemplares es muy interesante como consecuencia de las alternativas que presenta su condición de luchador que no se cansa fácilmente.

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Mi amigo pescador, me informó que en algunos lugares de la costa se venden ejemplares de "pez diablo" y resulta ser una raya a la cual la disecan y le realizan cortes en su aleta, de manera tal que toma aspecto humanoide.

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Me hubiese gustado alimentar la historia de la Sra. Palmira, pero por lo visto, el pescador deportivo por ahora, tiene la posta.

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