AMORES PATRIOS: MARTIN MIGUEL Y CARMEN

AMORES PATRIOS: MARTIN MIGUEL Y CARMEN

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Por estos días, en la provincia de Salta, se puede ver al pié del cerro San Bernardo a grupos de gauchos, con sus guitarras, con sus bombos legueros, reunidos para recordar la noche en que murió el general Martín Miguel de Guemes, y si se tiene deseos de vivir una experiencia única, se puede adentrar en la Quebrada de La Horqueta y ver la "guardia bajo las estrellas", donde se vela al gaucho Martín Miguel, con oraciones, música y el infaltable asado. Al día siguiente se acude al desfile en honor del defensor de la patria.

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En el diaro La Nación, la historiadora Lucía Galvez se pregunta: cual será la razón de que este héroe nacional, despues de casi 200 años de su muerte, convoque así, aún cuando muchos olvidan que sin Guemes no hubiera sido posible San Martín?

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Este gaucho fué la pesadilla de los ejércitos españoles, nació en Salta un 8 de febrero de 1785, a los 14 años se incorporó al "Fijo de Infantería" acantonado en Salta, participó de la defensa de Buenos Aires en la Invasiones Inglesas y al producirse la Revolución de Mayo, se incorporó al ejercito patriota destinado al Alto Perú. Se puso al frente de una partida de gauchos guerrilleros que le hacía la vida miserable a los invasores.

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Tuvo triunfos militares como en Suipacha. Fué nombrado Gobernador de Salta y gracias a su experiencia se puso al frente de las milicias, militarizando la provincia para frenar los ejércitos del rey y por esta tarea, el Padre de la Patria, San Martín le dedicó expresiones de elogio y gratitud.

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El ejército infernal se ponía en marcha, no había leva forzosa, todos eran voluntarios. El pueblo en armas, con machetes, lanzas, azadas, boleadoras y de vez en cuando algún fusil, aprendía junto a su jefe que estaban solos para enfrentar al ejército que acababa de vencer a Napoleón.

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Se intentó sobornar a Guemes, a los que respondió: "Yo no tengo mas que gauchos honrados y valientes. No son asesinos sino de los tiranos que quieren esclavizarlos. Con estos únicamente espero a usted, a su ejército y a cuando mande de España. Convénzase ustedes de que jamás lograrán seducir no a oficiales, sino ni al mas infeliz gaucho. En el magnánimo corazón de estos hombres no tiene acogida el interés, ni otro premio que su libertad.....al pueblo que quiere ser libre no hay poder humano que lo sujete"

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Guemes, como tanto otros próceres, nunca fué retratado del natural. Este dibujo a lápiz y carbonilla pertenece al pintor Eduardo Schiaffino, quien utilizó como modelo a Carlos Murúa, sobrino nieto de Guemes y de enorme parecido físico.

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Junto a tanta gloria, llega el amor en la figura de Margarita del Carmen Puch. Era la mujer más bella de su tiempo, de piel muy blanca, cabello rubio y crespo, ojos azul profundo, y de baja estatura, y se dice que tenía una bondad tan elevada como su hermosura. Era la única hija mujer de D. Domingo Puch, afincado español de notable fortuna, que figuraba, desde 1810, al lado de la revolución.

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Su matrimonio con Güemes obedeció, según el historiador salteño Bernardo Frias, a una gestión realizada por su hermana Magdalena Guemes de Tejada - Macacha -, como consecuencia de la ruptura del compromiso con Juana Manuela Saravia.

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"No pasó la semana -dice Frías- sin que , merced a la sagacidad diplomática de doña Macacha, se preparó el matrimonio con doña Carmen Puch. El matrimonio se celebró dos meses después de haber asumido Güemes la gobernación de Salta, en julio de 1815. Tuvieron tres hijos: Martín del Milagro, que fue gobernador de Salta, Luis e Ignacio, fallecido en la infancia."

El 7 de junio de 1821, las fuerzas de José María Valdés, "el Barbarucho" avanzó sobre Salta con el apoyo de terratenientes y comerciantes. Guemes se refugió en casa de su hermana Macacha, mientras escribía una carta escuchó disparos y decidió salir por la puerta trasera. Montó a caballo y partió al galope, pero recibió un balazo por la espalda. Llegó herido a su campamento de Chamical. Luego fué trasladado a la Cañada de la Horqueta donde pasó sus ultimos diez días.

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El Jefe español, le ofreció enviar un médico y remedios. Guemes respondió convocando a su segundo: "Coronel Vidt: tome ud. el mando de las tropas y marche inmediatamente a poner sitio a la ciudad y no me descanse hasta no arrojar fuera de la Patria al enemigo" y al oficial que traía el parte del jefe español le dijo: "Sr. oficial, está ud. despachado".

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El 17 de junio de 1821, los pobres de Salta se quedaron sin padre. Moría Martin Miguel de Guemes, exclamando en su agonía: "Mi Carmen no tardará en seguirme... morirá de mi muerte así como vivió de mi vida"

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A partir de ese momento al poncho rojo de los Gauchos de Guemes, se le coloca un crespón negro, que aún hoy se mantiene en su diseño y representa el luto por Guemes.

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Y Carmen? Juana Manuela Gorriti, nos relata que "...se encontraba en Horcones, la hacienda paterna, cuando recibió allí la noticia de la muerte de Martín Miguel. Su dolor fue inmenso, a tal extremo que buscó la muerte, declarando que no quería vivir más sin su Martín. "Y sin escuchar a su padre, ni a sus hermanos, que la rodeaban llorando, cortó su espléndida cabellera, cubrióse con un largo velo, postróse en tierra en el sitio más oscuro de su habilitación, y allí permaneció hasta su muerte, inmóvil, muda, insensible al llanto inconsolable de su anciano padre, a las caricias de sus hermanos, que la idolatraban, a los ruegos de sus amigos y a los homenajes del mundo; alzando sólo de vez en cuando su luctuoso velo para besar a sus hijos, cual una sombra que, apartando la niebla de la elecricidad, volviera un momento a la tierra, atraída por el amor maternal".

Carmen vivió así poco tiempo, ya que murió el 3 de abril de 1822.

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Esta historia, merece que se conozca. He dejado de lado muchos datos militares y que hacen al rigor histórico, para tratar de reflejar el lado humano de este prócer.